martes, 24 de junio de 2008

Un inesperado cambio de planes

El sábado ya teníamos planeado ir a la fiesta de mi amigo Luis, más temprano cuando estaba en la oficina recibí una llamada para avisarme que había fallecido el hermano de una amiga.


Un joven de 23 años que toda su vida había tenido problemas con sus riñones vivía luchando cada día por su vida, ya había recibido un transplante pero se descuido un tiempo y su cuerpo comenzó a rechazarlo, finalmente la madrugada lluviosa del sábado saliendo de su sesión de hemodiálisis cuando la tormenta le inundó su auto él y sus amigos llamaron a la aseguradora para determinar los daños, de repente su cuerpo simplemente no soportó más y cayó al suelo agonizando.


Cuando su hermana llegó por él se encontró solamente con su hermano muerto tirado en la calle, como es doctora recaló con toda la gente presente diciéndoles inutilmente que pudieron haber hecho esto o el otro para reanimarlo, más con coraje que dolor se encargó de los trámites y preparativos del funeral y de avisarle a sus padres del accidente, su hermano mayor tiene parálisis pero se dió perfectamente cuenta de la situación y esas emociones que no pudo expresar como los demás.

Fué un funeral triste, conmovedor, con todos los amigos del joven sufriendo y llorando, todos los parientes anonadados y tratándo de ayudar a los dolidos, a muchos de nosotros no nos quedó mas remedio que ser testigos de ese dolor y buscar sin éxito un par de palabras de aliento.

Yo tenía los dos años que tiene muerto mi prometido que no iba a un sepelio, por eso no me acerqué al ataud, talvés tenía miedo de ver en el rostro del joven la cara de él, de revivir el dolor que no ha quedado del todo olvidado y solamente le dije estas palabras a mi amiga:

"Estas situaciones solo se superan con tiempo y con fortaleza que es algo que tu tienes de sobra, pero no tengas miedo de caerte, romperte y llorar, hazlo y si me necesitas ahí estaré."

Y su mamá, qué doloroso ha de ser perder un hijo, se ha de morir una con ellos, se han de acabar todos los sueños y terminan fulminados uno a uno, aunque una no quiera.

A su mamá no le pude decir nada.

Este hecho me dejó sumamente conmovida, sensible al dolor ajeno y aunque yo sé que despues de una muerte la vida sigue para los que nos quedamos no deja una de sentirse también que ha perdido un poco de sí misma.

viernes, 20 de junio de 2008

Una semana pesada

Apenas y puedo mantener los ojos abiertos, decididamente esta semana ha sido de las más pesadas y es que de ir a trabajar bien temprano con varios proyectos por realizar que me hicieron pensar en la posibilidad de duplicarme como por arte de magia para rendir hasta salir a mi terapia, al gimnasio (si, por fin decidí hacer algo bueno por mi cuerpo), cuidar a mis sobrinos que se quedaron esta semana sin mamás por cosas de trabajo que son una lindura hasta que terminan vomitando como verdaderos exorcizados toda la cena, a realizar las compras de casa y hasta salir a un par de compromisos dejándome poquisimas horas de sueño, bueno, que no sé como hallé la energia para rendir.

Hasta que me dí cuenta de la cantidad de mujeres que hacen esto todas las semanas, esposas, madres que trabajan tiempo completo y también tienen que ser compañeras y amantes, mis respetos realmente, son unas verdaderas superwomans.

Hoy por la noche tengo otro compromiso, mañana también y me alegro, eso significa que la gente comenzó y siguió contando conmigo, hoy mis hermanas, amigos y uno que otro primo salimos a un bar a desestresarnos y mañana es cumpleaños de uno de mis mejores amigos, de esos de añisimos y cada fiesta que hace es memorable, sí que sabe como celebrar en grande y me da gusto que siga recibiendo esa invitación año tras año.

Un paréntesis, he salido con el tipo que conocí en aquel bar, como amigos más que nada y un poco más, me agrada es simpático aunque tienen menos tiempo que yo ya que aparte de su trabajo también estudia pero tiene algo curioso que no termina por completo de gustarme, yo soy "ojos" desde la primera vez que me habló y no está tan mal pero eso de usarlo con calificativos cuando habla conmigo no sé, eso de ojos curiosos, ojos pensativos, ojos cansados, ojos tristes, ojos risueños como que me cansa, es como si no recordara mi nombre y así fuese como me etiquetase, no tengo ojazos tapatios ni nada, eso es lo que quiza me desorienta, igual es otro "pero" que le pongo para que no termine de gustarme, aun así siempre me da gusto que me llame o que me envie un mensaje aunque comience con "Hola ojos..."

Por cierto últimamente he comenzado a estar bien conmigo misma, hasta me animo a andar paseando con una sonrisa de oreja a oreja sin darme cuenta, he comenzado a hacer una tregua conmigo y la vida realmente no se ve tan mal.