domingo, 26 de julio de 2009

Inquietud

Este fin de semana mi hermana trajo a casa a pasar estos días a una amiga de siempre que está enferma, lo que tiene ella no se quita con unas aspirinas, ni fomentos, ni tés medicinales, ni inyecciones de penicilina, lo que tiene es una enfermedad degenerativa con la que ha combatido desde niña y ahora la tiene postrada en cama intentando vencerle la voluntad.

A lo largo de mi vida siempre he puesto su entereza como mi bandera para no darme por vencido pues ella nos ha demostrado que no hay nada que no se pueda lograr con un poco de esfuerzo, será por eso que verla ahora tan mal y sufriendo gritando y dándose por vencida por una crisis que sufrió a media tarde del sabado me partieron el corazón, por la noche yo dormí a su lado escuchando atentamente cualquier sonido que me indicara problemas, pero hoy por la mañana ya amaneció mejor y pudo compartir con los amigos una tarde de películas y charla amena, todos sonreian y la trataban como siempre pero en todos los ojos se miraba esas sombra de inquietud y temores que buscamos evadir siempre.

No sé cuanto tiempo nos permita la vida tenerla con nosotros, igual le faltan muchos años, aunque su calidad de vida se vea mermada, pero los que sean siempre estaremos a su lado, demostrandole a la vida que ella no lucha sola.