lunes, 17 de diciembre de 2007

Hector

Tengo la manía de nombrar a los hombres que han desfilado por mi vida como seres mitológicos, héroes memorables y uno que otro villano que se van así como llegan pero me dejan historias tejidas en mi vida en este album de recuerdos.

Y a este recuerdo le llamo Hector.

Acababa de mudarme a esta nueva casa, mi familia y yo habíamos sido echados de la casa donde nací y habíamos arribado a un lugar nuevo con tantas incertidumbres que me sentía a la deriva en un océano insondable.

Una tarde salí de casa para ir a la papelería, ví al vecino agachado dentro de su auto, en un instante me pareció que era un personaje de esos míticos en las fauces de un terrible monstruo, será por eso que le ví facha de héroe sin saber que en el fondo era un villano.

Me dió curiosidad y al pasar a su lado él se incorporó de pronto mirándome como si me hubiese estado esperando, sus ojos, esos que aun hoy a pesar de los años los sigo recordando como si los siguiese viendo, terciopelo oscuro que me detuvo el corazón un instante... "hola" dijo él con una sonrisa a medias y supe en ese momento que estaba perdida.

No sé si respondí el saludo, no sé como hice para seguir caminando cuando mis piernas dejaron de sentir el suelo, ni siquiera recuerdo haber llegado a la papelería, solo quise alejarme de ahí para que mi corazón que en ese entonces era tan nuevo no me delatara.

No creo en el amor a primera vista, sé que en ese momento no me enamoré, pero supe que tarde o temprano lo haría y así mismo pasó.

En esa calle sentía una fuerte hostilidad, no hice muchas amigas y nos juzgaban mucho, quizá por la manera como llegamos a vivir ahí sin embargo él enseguida hizo amistad conmigo, me trató con tanta amabilidad que me sentí a salvo, pero solo cuando estábamos a solas, sus amigos siempre me trataron como si yo no existiera.

El segundo recuerdo que tengo es nuestro primer beso, jugábamos basketball y apostábamos cualquier cosa, él me apostó un beso y aunque me resistí jugué por eso, no, no perdí a propósito los dos sabíamos que era pésima encestando pero no había otra manera de que me dejara dar un beso y la verdad lo deseaba.

Hizo que pusiera mis brazos en mi espalda y cerrara los ojos, esos instantes en la oscuridad se me hicieron eternos pero adiviné que él me miraba sonriendo, me analizaba y se acercaba sin tocarme, solamente sus labios en los míos y ese beso que se convirtió en cera caliente en mi piel, en calor que me recorrió el cuerpo y despertó en mí sensaciones que no imaginaba. Hábil, sensual, ni siquiera fue lujurioso pero me hizo sentir deseo.

Honestamente nadie más me hizo sentir eso con un beso.

Y sentí amor, tanto amor que dolía, no fué dificil con todo lo que sentía dejar que me hiciera el amor, pero lo suyo no fue amor, equivoco la palabra, a veces recordarlo me hace sentir como si una serpiente se enrroscara entre mis piernas, se deslizara por mis caderas subiera y me enterrara los colmillos en el cuello. No tenía idea de que yo era solo una más, otro premio en su medallero del año el cual pudo presumir a la primera oportunidad.

Hector, el guerrero que salía de las fauces de las fieras para salvarme de naufragar mientras me enterraba cuchillos en la espalda.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Moviendo conciencias



La primera vez que ví esta imagen tendría unos 18 años, en realidad no sé de qué fecha es, habria que investigar un poco más pero esta es una de las fotografías que más me han impresionado en toda mi vida, NO MÁS! , BASTA YA!

Mejor aún está en youtube el video de este hombre deteniendo con su propia vida en paso a estos tanques a quien sabe qué lugar donde iban a hacer destrozos y regalar muerte a manos llenas.


http://es.youtube.com/watch?v=EcvaSnmqZ40

No se imaginan lo que éste hombre le hizo a mi espíritu, me demostró que cada uno de nosotros sí podemos hacer la diferencia en este mundo caótico, desde los trece años comencé a escribir un diario qué dejé hace unos años sin embargo quedaron ahí como recordatorio de la niña que fuí, saben que a esa edad tenía tantas ideas, tantas ganas de ayudar a los demás que me la pasaba organizando grupos de niños a quienes saturaba de planes fantásticos para salvar al mundo.

Sin embargo los años se encargaron de mover mis pensamientos, de reordenarlos y cambiar mis prioridades dejándole la salvación del mundo a los demás.

Pero esa imagen tan poderosa de ese hombre que iba con destino a no se donde y decide decirle NO a la violencia, a la guerra, a la destrucción sacudió en mí la niña que tenía fé en la humanidad, aún creo que sigo conservando esa fé y en la medida que puedo intento poner mi granito de arena.

Ah, por cierto, también algun amigo sádico me envió las imagenes de una chica que hizo lo mismo que este hombre en no se qué lugar del mundo pero esta vez el tanque pasó por su cuerpo matándola al instante eso también me enseñó que no siempre la fé nos salva la vida, no siempre podemos cambiar al mundo en un instante que se vuelve eterno.

Mover conciencias no es nada fácil.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Las batallas familiares

Hace más de cuatro años mi prima M le regalo a mi mamá una pequeña estatua de la torre de pisa de uno de sus viajes a Italia, según decía tenía el poder de percibir las vibras humanas cambiando de color.




Pues ahí teníamos la cosita esa adornando una repisa con el mismo color de siempre hasta un día que amaneció rosado, se nos hizo curioso pero cuando al pasar de los días se puso púrpura nos dió mala espina, una mañana amaneció negra hasta que nos desayunamos con la noticia de que mi primo C se había matado en un accidente.





Mi Primo C tuvo una vida dura, cuando nació su madre I ya tenia varios hijos y un trabajo de tiempo completo por lo que se lo dejo a mi abuela para que lo cuidara "de mientras" que pensaba como hacer para ocuparse de todo, pero "de mientras" duró toda la vida, aunque mi Tía I tuvo mas bebés despues nunca más volvió por C quien se crió con mi abuela y otro montón de nietos abandonados por otra tía que probaba suerte en los Estados Unidos y tampoco regreso por sus retoños.



C y mi otro primo L comenzaron a ir por la vida lado a lado, estudiaron derecho y trabajaban donde podían para pagarse sus estudios y cuando se hicieron adultos se compraron sus casas, L se casó y tuvo hijos pero C aunque tuvo varias novias no sentaba cabeza, tenía un gran resentimiento de su propia familia que lo trataban como a un extraño, visitar a su madre siempre terminaba con un fuerte enfrentamiento con sus otros hermanos, nunca lo invitaron a las fiestas familiares y siempre terminaban reprochándose situaciones a veces que ya no tenían importancia.



L se encargó del sepelio y todos los líos legales, cobró los seguros para cubrir los gastos y se quedó con la casa de C para esto la familia de mi primo, esa que nunca vió por él en vida se creyó con derechos de quedarse con todo lo que había dejado C, así que ahí comenzó la batalla legal que aún continúa por los bienes que con todos los años de lucha sudor y sangre había logrado mi primo.

Todo esto ha dividido a mi numerosa familia, se esfumaron las fiestas familiares y los dimes y diretes van y vienen como balas y no nos queda más que agachar la cabeza para evitar que alguna nos dé entre los ojos, mi casa es como Suiza en tiempos de guerra, neutral y pacifista, quien quiera puede visitarnos con la condición de no hablar ni discutir sobre ese asunto.

Pero al final cualquier desenlace de ese lío legal solo acarreará más lios, más fricciones y nadie saldrá ganando.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Alerta



A veces el cuerpo nos manda señales de que algo no anda bien, pero no lo tomamos en serio hasta que nos metemos zancadilla y acabamos de bruces en el suelo.


Mi cuerpo me ha estado enviando señales desde hace algunas semanas de que algo no va bien, en estos dias tendre que hacerme chequeos generales para saber qué es lo que anda mal y aunque tengo esperanzas de que no es nada más que mucha tensión y estres acumulada siempre hay cierto temor de algunos nombres médicos que pueden llegar a sonar.
Qué quieren, estuve haciendo oidos sordos a estas señales que llegaban casi ruidosamente y sé bien lo que puede llegar a pasar si las cosas no se previenen a tiempo.
Ni modo, eyrenne directito al consultorio del doctor.


sábado, 10 de noviembre de 2007

Paciencia, paciencia... paciencia

Hoy me apetece un cigarro, hace tiempo lo dejé pero en realidad nunca fuí una gran fumadora. Sin embargo recuerdo la sensación de relajarme cuando el humo entraba hasta mis pulmones.

Hay quien dice que no hay nada mejor para relajarse que el sexo, puede ser aunque a mí me causa siempre algo de ansiedad y me deja las emociones alborotadas.

Quizá debería seguir ese consejo de Jose Luis que siempre me receta para todo un par de copas de tequila con limón.

Sin embargo de vez en cuando caigo en esas tres tentaciones.

En ocasiones caminar me aclara las ideas, me despeja esta madeja de pensamientos y comienzo a maquinar mi siguiente paso, eso me funciona mejor aunque últimamente a la gente le da por cuestionar mis caminatas.

Y puede ser que todo este trabajo acumulado que cada día se acumula más me estrese, puede ser que desde que perdí la brújula me ha costado sobremanera encontrar de nuevo el camino que me canse menos y acumule kilómetraje en esta cosa que es la vida.

Pero hoy la verdad veo que es más que eso, una de ellas y la que más me duele es esta tirante relación que llevo con mi padre desde hace años, él es la única persona que me puede llegar a lastimar de la manera más cruel y doblo las manos para seguir recibiendo estas heridas.

Sé que no va a cambiar ahora despues de tantos años de esa necedad y su constante crítica hacia los demás comenzando por sus propios hijos, para él nosotros nunca terminaremos de ser lo que él en realidad nunca esperó de nosotros y quizá tiene razón al creer que tenemos tantos defectos, que siempre terminamos tropezando con no se cuantas piedras, quizá siempre hemos tomado las decisiones erradas ... pero me gustaría que un día solo una vez me dijera que está orgulloso de mí, de cualquier cosa.

Y lo peor es que a su manera sé que me quiere y yo le quiero, aunque a veces me colme la paciencia y le suelte un par de insolencias que lo dejan tan sentido cosa que me hace sentir tan culpable.

A veces quisiera no verlo tan seguido, a veces no quisiera sentirme tan mala con él por desear esto.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Abriendo las cajas del pasado

Después de la mudanza vino el reacomodo, eso de empacar toda una vida tranportarla y llevarla a un lugar nuevo para volver a darle orden no es nada fácil.

Más bueno, estos días que se me ocurrió abrír esas últimas cajas que me había dado flojera destapar pues salieron cosas que ya había olvidado.

*Mi colección de monedas: tengo varias mexicanas de distintos años, sobre todo conseguí algunas con años que consideraba especiales. Y hay también varias monedas de otros paises que mis amigos y parientes me traían de recuerdo de sus viajes.

*Varios tickets de películas de cine, la verdad la mayoría los tiré porque me trajeron sentimientos tristes de viejos momentos felices, hoy me arrepiento pero así soy de impulsiva.

*Cartas con todo y sobres de antes de usar los emails, (¿Recuerdan que alguna vez usamos el correo?) los timbres me agradan mucho más no soy buena para la filatelia.

*Fotos, no, esas las volví a guardar, otro día que tenga más tiempo las ordeno y les doy un merecido lugar en algún album y no en esa caja de zapatos donde ahora están.

*Llaves, no sé porque las guardo, será que tengo la sensación de que no hay puertas a las cuales no pueda regresar a abrirlas de nuevo, tengo una en especial que era del cuarto donde dormía de niña más rara vez la usé ya que a mi madre le molestaba que nos encerrásemos en los cuartos y es por eso que me habitué a nunca cerrar mi puerta.

* Ijoles, también guardo una carta muy especial escrita cuando apenas era una adolescente por un chico que según me amaba con locura, algunas frases que rondaban la desesperación me provocaron cierto miedo por lo que me alejé y trabajé por borrarlo de mi memoria sin embargo sigo conservando las hojas (Sí, es una carta de cuatro páginas con letra chiquita).

Aún me queda una caja más que no quise abrir aún, en realidad no sé porque me dá por conservar estas cosas, será que cada una de ellas tiene su historia y me la cuentan cada que las veo, a veces ese pequeño viaje al pasado me llena el corazón de sentimientos y me recuerda de donde vengo porque a veces se me olvida.

Más no se si eso me sirve ahora.

martes, 9 de octubre de 2007

Mujeres calzonudas

Qué distinta es la vida en el campo, fuera de esta selva de concreto donde día a día me pierdo.

Volví de unos días de descanso en el rancho de mis parientes, allá en el pueblo natal de mi madre, con los pulmones llenos de aire limpio, el corazón un poco más en paz y las mismas dudas en mi cabeza.

Qué gente más sencilla que no se complica tanto la existencia como lo hago yo, me gustó mezclarme en sus costumbres sencillas y en las maneras como descubren en las cosas más pequeñas las verdades más grandes.

Pero no encajo en su mundo como a veces siento que no encajo en ningún lado, no es afán por pertenecer sino encontrar ese lugar donde logre sentirme en verdadera paz conmigo misma (Aqui estoy de nuevo complicandome la vida... olvidemos entonces este párrafo).

Más será también que así como me gustan esas costumbres sencillas no me gustan algunas ideas digamosle cortas, limitadas, prefabricadas . Yo que siempre me la paso cuestionando todo y compartiendo opiniones con los demás me rebelo ante muchas situaciones que a mi parecer no son justas.

Sé que dificilmente cambiaré tradiciones que tienen años, siglos, sobre todo ese pensamiento machista que siguen padeciendo muchos hombres (No todos, debo decir que muchos de mis parientes son grandes personas que tienen gran respeto por la mujer y aceptan sus opiniones) pero a veces cuando me topo con una persona que considera a una mujer inferior no permito que me intimide, hace tiempo que dejé de enfrascarme en discusiones inútiles, pero mantengo el porte, la mirada y por si acaso un par de frases que más de una vez me han servido bien.

Pero descubrí que eso me viene de herencia.

Curiosamente la mayoría de las mujeres de mi familia son así, bien calzonudas como dicen en el rancho y será por eso que a veces la gente no duda en hablar de algunas de nosotras, en decir que algunas no tienen remedio y terminaran por mal camino.

Puede ser, algunas de nosotras no hemos vivido como se supone debe vivir una mujer según ellos, sin embargo dudo que alguna de nosotras se arrepienta de lo que hemos vivido.

Al menos yo no.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Inaugurando la nueva casa

Por fin entregamos las llaves de la anterior casa, ya estoy viviendo en mi nuevo hogar.

No puedo negar que dejé atrás muchos recuerdos pero hay cosas a las cuales no debemos aferrarnos.

Además todos los cambios son buenos y este siento que es buenisimo, si hubo momentos de nostalgia pero ha sido más la novedad y la esperanza de vivir algo nuevo.

Todo bien, con excepción del accidente de hoy de mi hermana que estampó la frente en una puerta de cristal abriéndose una herida sobre la ceja, no me lo tomen a mal pero era cuestión de días, en otras mudanzas habia estrenado las casas con un esguince en el tobillo al rodar por las escaleras, se había roto una mano al tropezar con unas cajas y bueno no nos cayó de sorpresa este nuevo accidente.

Aunque espero que no nos mudemos más ya que no quisieramos que mi hermana siguiera atentando así contra su cuerpo.

Quien sabe, algunas personas asimilan los cambios de una manera muy singular.

viernes, 31 de agosto de 2007

Una lenta agonía

Ayer falleció el esposo de una prima lejana que estuvo en coma por casi dos años, en realidad la familia lo esperaba pero cuando pasa no deja una de sentir tristeza.


Era un joven de no más de treinta años que entró al hospital para operarse una lesión en el hombro y por negligencia médica quedó en estado vegetal, él era el soporte económico de sus papás, de su esposa y su bebé en ese entonces recién nacida así que obviamente cambió la vida de toda la gente alrededor.

Al principio toda la familia lo apoyó y tenia grandes esperanzas sobre su recuperación pero al pasar el tiempo les comenzó a pesar, estaban acostumbrados a que él fuera quien los apoyara y viera por ellos pero con el tiempo comenzó a ir del hospital a una casa y luego a otra cuidandolo, medicándolo y dejando de tener fé, sus hermanos comenzaron a ocuparse de su empresa pero era demasiado para ellos y su esposa comenzo a trabajar todo el dia para mantenerse, su niña solo conocía a un papá que vivía dormido.

Obviamente se les presentaron muchas fricciones y problemas entre ellos, me pregunto aquellas cosas que pasaban por sus mentes cuando las cosas se ponian demasiado dificiles.

Estoy segura que nunca olvidaron la persona grandiosa que fué, es solo que a veces no estamos preparados para vivir una situación así y también creo que su muerte los liberó de emociones que no deseaban sentir, más no es que los juzgue porque yo también podría llegar a sentir esa tremenda presión y yo también podría caer en un padecimiento que me postrara en una cama por mucho tiempo es solo que esta vida nos ofrece pruebas muy duras que son dificiles de pasar.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Mi madre y yo

Nunca me han gustado fijar fechas y tiempos y mucho menos soy puntual, será por eso que mi madre no esperaba que naciera un mes antes de tiempo y ese día los dolores le tomaron cuando viajaba en el camión para pagar unas cuentas, apenas si tuvo tiempo de bajar para tomar un taxi y llegar al hospital.



Durante horas en medio de la hemorragía que se le vino los doctores intentaron salvar la vida de mi madre y la mía y el doctor me daba pocas posibilidades de superarlo "Vayan comprandole la cajita" fue la única respuesta que le dió a mis padres sin embargo durante quince días me aferre a la vida luchando por sobrevivir dentro de esa máquina que respiraba por mí, luchando y sin lograr identificarme con mi madre.

Nos queremos de eso no hay duda pero siempre mantuvimos una invisible distancia entre nosotras, sin lograr entendernos y continuamente llevandonos la contraria, viviendo mi vida sin compartirle mis miedos, mis temores, mis alegrias, mis penas como si yo siguiera luchando dentro de esa caja metálica y mi madre me observara a través del cristal como hizo cuando nací, sin embargo a veces olvido que ella también luchó por su vida.

Cuántas discusiones tuvimos que no nos llevaron a nada, cuántas cosas nos callamos...

Hasta hace poco que nos permitimos acercarnos y confiarnos algunas situaciones tristes y fué reconfortante, más sé que en realidad nunca seremos confidentes sin embargo eso no nos impide saber que nos queremos y nos sentimos orgullosas de nosotras mismas.

Y sé que lo pasado ha quedado atrás y espero lo que venga en el futuro con la certeza de que independientemente de nuestras diferencias lucharemos lado a lado.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Si esta mujer que está sentada mirandose los ojos en el espejo pudiera contarle a la niña de los sueños infinitos que un día fue, todo lo que ha vivido, acaso le demostraría que esas lágrimas que llorará un día valieron la pena.

Si esa niña que dejaba desbordar la imaginación sentada en la ventana mirando al cielo con las manos llenas de esperanza, armando con sus dedos este rompecabezas que es la vida anhelando descubrir entre esas piezas que no terminaba de encajar en lo que terminaban sus sueños, me contara las cosas que dejé cuando comencé a crecer, acaso me harían comenzar de nuevo.

Y esta vez dejaré que la niña y la mujer hablen y cuenten lo que viven y vivieron y sus ojos me dejaran escribir este álbum de recuerdos que apenas terminé de vivir ayer para observar entonces como toman forma las piezas de este rompecabezas.