viernes, 31 de agosto de 2007

Una lenta agonía

Ayer falleció el esposo de una prima lejana que estuvo en coma por casi dos años, en realidad la familia lo esperaba pero cuando pasa no deja una de sentir tristeza.


Era un joven de no más de treinta años que entró al hospital para operarse una lesión en el hombro y por negligencia médica quedó en estado vegetal, él era el soporte económico de sus papás, de su esposa y su bebé en ese entonces recién nacida así que obviamente cambió la vida de toda la gente alrededor.

Al principio toda la familia lo apoyó y tenia grandes esperanzas sobre su recuperación pero al pasar el tiempo les comenzó a pesar, estaban acostumbrados a que él fuera quien los apoyara y viera por ellos pero con el tiempo comenzó a ir del hospital a una casa y luego a otra cuidandolo, medicándolo y dejando de tener fé, sus hermanos comenzaron a ocuparse de su empresa pero era demasiado para ellos y su esposa comenzo a trabajar todo el dia para mantenerse, su niña solo conocía a un papá que vivía dormido.

Obviamente se les presentaron muchas fricciones y problemas entre ellos, me pregunto aquellas cosas que pasaban por sus mentes cuando las cosas se ponian demasiado dificiles.

Estoy segura que nunca olvidaron la persona grandiosa que fué, es solo que a veces no estamos preparados para vivir una situación así y también creo que su muerte los liberó de emociones que no deseaban sentir, más no es que los juzgue porque yo también podría llegar a sentir esa tremenda presión y yo también podría caer en un padecimiento que me postrara en una cama por mucho tiempo es solo que esta vida nos ofrece pruebas muy duras que son dificiles de pasar.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Mi madre y yo

Nunca me han gustado fijar fechas y tiempos y mucho menos soy puntual, será por eso que mi madre no esperaba que naciera un mes antes de tiempo y ese día los dolores le tomaron cuando viajaba en el camión para pagar unas cuentas, apenas si tuvo tiempo de bajar para tomar un taxi y llegar al hospital.



Durante horas en medio de la hemorragía que se le vino los doctores intentaron salvar la vida de mi madre y la mía y el doctor me daba pocas posibilidades de superarlo "Vayan comprandole la cajita" fue la única respuesta que le dió a mis padres sin embargo durante quince días me aferre a la vida luchando por sobrevivir dentro de esa máquina que respiraba por mí, luchando y sin lograr identificarme con mi madre.

Nos queremos de eso no hay duda pero siempre mantuvimos una invisible distancia entre nosotras, sin lograr entendernos y continuamente llevandonos la contraria, viviendo mi vida sin compartirle mis miedos, mis temores, mis alegrias, mis penas como si yo siguiera luchando dentro de esa caja metálica y mi madre me observara a través del cristal como hizo cuando nací, sin embargo a veces olvido que ella también luchó por su vida.

Cuántas discusiones tuvimos que no nos llevaron a nada, cuántas cosas nos callamos...

Hasta hace poco que nos permitimos acercarnos y confiarnos algunas situaciones tristes y fué reconfortante, más sé que en realidad nunca seremos confidentes sin embargo eso no nos impide saber que nos queremos y nos sentimos orgullosas de nosotras mismas.

Y sé que lo pasado ha quedado atrás y espero lo que venga en el futuro con la certeza de que independientemente de nuestras diferencias lucharemos lado a lado.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Si esta mujer que está sentada mirandose los ojos en el espejo pudiera contarle a la niña de los sueños infinitos que un día fue, todo lo que ha vivido, acaso le demostraría que esas lágrimas que llorará un día valieron la pena.

Si esa niña que dejaba desbordar la imaginación sentada en la ventana mirando al cielo con las manos llenas de esperanza, armando con sus dedos este rompecabezas que es la vida anhelando descubrir entre esas piezas que no terminaba de encajar en lo que terminaban sus sueños, me contara las cosas que dejé cuando comencé a crecer, acaso me harían comenzar de nuevo.

Y esta vez dejaré que la niña y la mujer hablen y cuenten lo que viven y vivieron y sus ojos me dejaran escribir este álbum de recuerdos que apenas terminé de vivir ayer para observar entonces como toman forma las piezas de este rompecabezas.