miércoles, 31 de octubre de 2007

Abriendo las cajas del pasado

Después de la mudanza vino el reacomodo, eso de empacar toda una vida tranportarla y llevarla a un lugar nuevo para volver a darle orden no es nada fácil.

Más bueno, estos días que se me ocurrió abrír esas últimas cajas que me había dado flojera destapar pues salieron cosas que ya había olvidado.

*Mi colección de monedas: tengo varias mexicanas de distintos años, sobre todo conseguí algunas con años que consideraba especiales. Y hay también varias monedas de otros paises que mis amigos y parientes me traían de recuerdo de sus viajes.

*Varios tickets de películas de cine, la verdad la mayoría los tiré porque me trajeron sentimientos tristes de viejos momentos felices, hoy me arrepiento pero así soy de impulsiva.

*Cartas con todo y sobres de antes de usar los emails, (¿Recuerdan que alguna vez usamos el correo?) los timbres me agradan mucho más no soy buena para la filatelia.

*Fotos, no, esas las volví a guardar, otro día que tenga más tiempo las ordeno y les doy un merecido lugar en algún album y no en esa caja de zapatos donde ahora están.

*Llaves, no sé porque las guardo, será que tengo la sensación de que no hay puertas a las cuales no pueda regresar a abrirlas de nuevo, tengo una en especial que era del cuarto donde dormía de niña más rara vez la usé ya que a mi madre le molestaba que nos encerrásemos en los cuartos y es por eso que me habitué a nunca cerrar mi puerta.

* Ijoles, también guardo una carta muy especial escrita cuando apenas era una adolescente por un chico que según me amaba con locura, algunas frases que rondaban la desesperación me provocaron cierto miedo por lo que me alejé y trabajé por borrarlo de mi memoria sin embargo sigo conservando las hojas (Sí, es una carta de cuatro páginas con letra chiquita).

Aún me queda una caja más que no quise abrir aún, en realidad no sé porque me dá por conservar estas cosas, será que cada una de ellas tiene su historia y me la cuentan cada que las veo, a veces ese pequeño viaje al pasado me llena el corazón de sentimientos y me recuerda de donde vengo porque a veces se me olvida.

Más no se si eso me sirve ahora.

martes, 9 de octubre de 2007

Mujeres calzonudas

Qué distinta es la vida en el campo, fuera de esta selva de concreto donde día a día me pierdo.

Volví de unos días de descanso en el rancho de mis parientes, allá en el pueblo natal de mi madre, con los pulmones llenos de aire limpio, el corazón un poco más en paz y las mismas dudas en mi cabeza.

Qué gente más sencilla que no se complica tanto la existencia como lo hago yo, me gustó mezclarme en sus costumbres sencillas y en las maneras como descubren en las cosas más pequeñas las verdades más grandes.

Pero no encajo en su mundo como a veces siento que no encajo en ningún lado, no es afán por pertenecer sino encontrar ese lugar donde logre sentirme en verdadera paz conmigo misma (Aqui estoy de nuevo complicandome la vida... olvidemos entonces este párrafo).

Más será también que así como me gustan esas costumbres sencillas no me gustan algunas ideas digamosle cortas, limitadas, prefabricadas . Yo que siempre me la paso cuestionando todo y compartiendo opiniones con los demás me rebelo ante muchas situaciones que a mi parecer no son justas.

Sé que dificilmente cambiaré tradiciones que tienen años, siglos, sobre todo ese pensamiento machista que siguen padeciendo muchos hombres (No todos, debo decir que muchos de mis parientes son grandes personas que tienen gran respeto por la mujer y aceptan sus opiniones) pero a veces cuando me topo con una persona que considera a una mujer inferior no permito que me intimide, hace tiempo que dejé de enfrascarme en discusiones inútiles, pero mantengo el porte, la mirada y por si acaso un par de frases que más de una vez me han servido bien.

Pero descubrí que eso me viene de herencia.

Curiosamente la mayoría de las mujeres de mi familia son así, bien calzonudas como dicen en el rancho y será por eso que a veces la gente no duda en hablar de algunas de nosotras, en decir que algunas no tienen remedio y terminaran por mal camino.

Puede ser, algunas de nosotras no hemos vivido como se supone debe vivir una mujer según ellos, sin embargo dudo que alguna de nosotras se arrepienta de lo que hemos vivido.

Al menos yo no.