jueves, 3 de enero de 2008

Intento de homicidio

Hoy salí más temprano del trabajo y para distraerme me fuí caminando sin rumbo fijo, cuando lo hago me sumerjo en mis pensamientos, tan es así que casi me atropella un auto verde, o iba muy distraida o fué un intento de homicidio premeditado y alevoso de mi yo interno abusivo que quiere acabar matando al otro yo blandengue.
Lo peor no fueron los claxonazos ni las maldiciones del chofer sino las caras de los chamacos de secundaria que estaban esperando el alto (que yo ni tomé en cuenta) esa caras con acné que me miraban como diciendo "A esta babosa por poco la machucan".
Si en ese momento el auto verde me hubiera matado hubiera quedado con esa cara de sorpresa que pone una cuando está a punto de colgar los tenis atropellada, ahí hubiera terminado el glamour con el que según yo iba caminando unas cuadras antes.
Total que cuando acabé de subir a la banqueta con una linda despedida del chofer del auto verde adornada con bastantes maldiciones seguí caminando hasta toparme con un café bastante acogedor, finalmente tenía que ocultarme de las miradas que suponía me seguían en cada persona que me topaba y que decían "A esta babosa por poco la machucan", no sé porque luego me dá la paranoia.
¿Saben que solamente dos veces me he sentado sola en una mesa en un lugar público?
Bueno pues había que aterrizar despues de la patinada, le pedí al mesero una cerveza, había que tomar algo más fuerte que un café turco y también ordené unos aperitivos, digo, la cosa no era parecer la borrachita solitaria.
Creo que no me gusta sentarme sola porque me conozco todas mis historias, todas mis anécdotas y tampoco me río de mis malos chistes, creo que mi yo interno es realmente una mala compañía para mí misma.
No, mi intento de suicidio no fué una experiencia religiosa, ni siento que volví a nacer, al terminar la cerveza no paraba de decirme lo mensa que me ví, bueno que me costaba fijarme al atravesar la calle, cuando salí del café hasta gracia me hizo la situación y sacudí mi cabeza de nubes para seguir andando con los pies más puestos en la tierra.

7 comentarios:

Lunatrack dijo...

me gusto el relato,
me recorde de mi año nuevo cuando entre a un bar solo para entrar al baño y me abren la puerta

ventana urbana dijo...

Hola, te agradezco tu visita a mi blog... Me gusto tu relato... la distracción muchas veces nos puede jugar sucio, a mi me solía pasar, por andar de distraido siempre me lleva algún susto...

Pero el final de tus días y la flor de tu vida, no ha de morir aún, por ello es que hoy tenemos el gusto de saber de ti a través de tu relato...

cuidate mucho... saludos

desde la tierra del Quetzal

eyrenne dijo...

Lunatrack:
Es que entrar solo a un bar a veces apesta...
Saluditos.

;)

Ventana Urbana:
Curioso pensar que quiza este relato me sobreviva no? Te mando un saludote y tambien tu blog me encanto asi que seguire visitandote.

;)

Dude dijo...

Que graciosa tu forma de escribir, no estoy familiarizado con los textos mexicanos. Tiro mas de chilenos y argentinos (UD perdone).
Volviendo a tu homicidio involuntario, creo q por que no prestamos mas atencion, pero creo q nuestro subconsciente u "otro yo" nos la juega muchas mas veces de las que nos pensamos, sobre todo los viernes y sabados noche.

Salu2

TORO SALVAJE dijo...

Yo pensaba que era verdad, si es que soy de un crédulo que tira de espaldas.

Como relato es muy bueno.

Besos.

Canal Preto dijo...

Los momentos para uno mismo se hacen cada vez más escasos y de veras que hay veces en que la necesidad nos hace tomarlos de cualquier lado.

Tes bien.

@Igna-Nachodenoche dijo...

A mi me agrada enormemente sentarme sólo en cualquier lugar, y a veces pensar en el suicidio, ¿es suficiente para darte la vuelta?

Besos.