martes, 30 de diciembre de 2008

Sin derecho de réplica

Eyrenne nació de una serie de sentimientos que nadie esperaba, vió la luz con las sombras de sus ojos y el primer beso impertinente que sabía iba a causarles más de un lío. Vivió oculta y a la vez con el corazón tan expuesto que más de una vez sangró lagrimas delante de la gente sin que pudieran explicárselo, cuantas cosas se callaba y de cuantas habló sin remordimientos.

Más dicen que si no quieres que se enteren de las cosas no las divulgues pues tus propias palabras te pueden condenar.

No hay victimas ni victimarios, las cosas pasaron, las cosas fueron y se hicieron y tuvieron su razón de ser, pero si me preguntan puedo decir que las cosas que pasaron hace un año tuvieron sus repercusiones, fueron cosas que tenía que vivir pero a la vez me dejaron en mal estado, tirada en la lona y rota, tan hecha pedazos como los rompecabezas que intentaba armar cada día.

Y hay cosas que escribí con desesperanza, confusa, con fustración y no podía cargar con ellas solas, por eso las compartí, por eso me confesé en un intento por ponerle orden a las cosas... más nadie, nadie más puede ponerle orden ni saber como enmendarlo que yo misma.

¿Que tú nunca has dicho cosas en los momentos más jodidos de los cuales te arrepientes después?

¿Qué tú nunca has hecho cosas que terminan siendo un gran gran error y prefieres dejarlo atrás y guardar silencio para no seguir haciendo tsunamis que inunden tu vida?

Yo dije cosas, yo hice cosas, no puedo justificarlo pues sabía lo que hacía, soy una persona de impulsos y pocas veces mido su verdadero alcance.

Y en medio de todo puse mi vida en pausa, tenía que detenerme y calmarme, ponerle orden a las cosas finalmente, dejar atrás esas cosas que me hacían daño y podían dañar a los demás pero luego las cosas salen a flote y si uno no aclara las cosas terminan siendo cosas que arrastras de por vida.

Más hubo muchas cosas que hubiera querido escuchar, quizá nunca formulé las preguntas correctas, quizá espere demasiado por algo que solo pasaba por mi cabeza, talvés las cosas no eran tan fuertes como para luchar no por mí sino a mi lado.

Quizá perdí más de lo que creí, quizá este camino que estoy andando sola algo triste pero con esperanza me muestre el lugar donde debo estar porque la verdad es que no tenía intención de viajar acompañada.

Y posiblemente Eyrenne no se extinga pero ahora no creo que exponga como hizo antes su corazón, sobre todo cuando ya no tiene derecho de réplica.

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