martes, 17 de febrero de 2009

Ya no sé ni cuantos años tengo trabajando aquí, hay veces que siento el tiempo se me ha ido como agua y otras si miro atrás se me amontonan tantos recuerdos que siento me ha llevado toda mi vida.

Lo que sí puedo decir es que aquí he dejado mi sangre, mi sudor y mi esfuerzo convirtiendolo en un proyecto que tiene que ver con mi vida, lo malo es que generamos hábitos y dependencias que nos hacen sentir encadenados a estas obligaciones, a las responsabilidades y si una se descuida puede ser arrastrada inevitablemente.

Hubo momentos que me decepcioné mucho de los resultados y mi rendimiento bajó considerablemente, no sé cuantas veces pensé en tirar la toalla, renunciar, huir sigilosamente a la salida de emergencia, desertar de la linea de fuego. Pero nunca lo hice, esos solo fueron impulsos.

Hace poco sucedieron cosas que movieron a la empresa y había dos opciones, o dar por terminado todo y liquidar de una buena vez todo o luchar contra corriente para sacar adelante el barco antes que naufragara.

Yo opté por lo último, aunque me quedé prácticamente sola al mando de la empresa, pero le tuve más fé que los demás.

Me ha costado mucho pero comienzo a ver los resultados de mi esfuerzo, de mis dolores de cabeza y varias desveladas, todo lo vale cuando los clientes nos felicitan, cuando nos recomiendan y ven que nosotros tenemos la capacidad y seriedad de cumplir, cuando los proveedores confian en nosotros y cuando los empleados se esfuerzan a mi lado.

Tambien estoy formando mi equipo de trabajo para delegar más responsabilidades, no suelto con facilidad las riendas y no dejo de meter mano a cada cosa que pasa en la empresa pero no puedo dar más de lo que he dado.

2 comentarios:

La otra parte de mí dijo...

y porque mas???ya esta mas que suficiente,disfruta de tus logros...

Mar dijo...

Eyrenne:


Yo suelo pensar que lo más importante es poner mucha ilusión en todo lo que se hace, y por lo que leo, eres una luchadora que no ha tirado la toalla ante las dificultades y eso desde luego, es lo que marca la diferencia...

Me alegro muchísimo de que estés recogiendo los frutos de todo el esfuerzo, pues eso es sin duda lo que compensa tanto y tanto sacrificio.

Suerte, más ánimo si cabe y besos desde el Mediterráneo:

Mar