viernes, 14 de marzo de 2008

Viernes por la noche

Les voy a hacer una confesión, en este momento me estoy tratándo de esconder sin mucho éxito.

Tuve un día verdaderamente infernal en el trabajo, por la mañana tenia una larga lista de pendientes que tenía temor de no cumplir pues eso me impediría irme de vacaciones a partir de este domingo con toda la tranquilidad del mundo (Si eso en verdad existe) y bueno, me esforcé, me estresé, me dispuse y logré la mayoria de objetivos planeados y uno que otro más pero hubo algunos que van a necesitar que asista a la oficina el próximo martes sacrificando un par de dias de vacaciones fuera de la ciudad.

Pero fue un dia provechoso hay que aceptarlo.

Más me escondo del otro compromiso, el social, hoy es cumpleaños de una amiga y me ha invitado a festejar esta noche, acepté desde luego sobre todo porque los demás amigos insistieron en pasar una buena velada desestresante y relajada.

Pero no será nada de eso si tengo en referencia la noche de hace quince dias con las mismas personas y en el mismo bar donde planean festejar a la cumpleañera, aunque debo decir que en ese lugar el grupo que toca en vivo es excelente. Yo solía parrandear todos los fines de semana un tiempo (¿Notaron que usé el verbo en pasado?) pero ahora me pesan mucho las desveladas sobre todo cuando hay algo de alcohol.

Qué quieren el cuerpo al pasar el tiempo comienza a pasarnos la factura.

Pero ya he recibido un par de llamadas y me han venido a buscar con ojos de pistola porque me han visto con las pantuflas puestas y el cabello verdaderamente hecho un crimen... ya alguna vez les he rechazado la invitación pero luego digo, bueno es una noche no es diario, así que me entran los arrepentimientos sobre todo porque la gente comienza a dejar de contar con una.

En fin, creo que esta vez no tendré escapatoria, ellos se estan asegurando de que no me sienta tan cómoda este viernes por la noche, ya sacaron las tácticas de persuación y las promesas de regresar temprano, una que otra amenaza y un par de chantajes. Creo que no les convence el pretexto que me traje trabajo a casa.

Mejor me alisto antes que se animen a arrancarme las pantuflas y aventarme a la regadera para ver si me convencen con un baño de agua fría. Sí los creo capaces.

1 comentario:

Lunatrack dijo...

ahora no nos dejes con la duda?