jueves, 12 de marzo de 2009

Susana

Dicen que los hijos únicos suelen inventar amigos imaginarios, sin embargo cuando era pequeña, tendría unos cinco o seis años, hablaba con una amiga imaginaria aun cuando tenía tres hermanos.


Mi amiguita estaba representada en un prendedor de cabello con forma de muñequita a quien yo llamaba Susana, yo casi no recuerdo aquel episodio pero dicen mis hermanas mayores que de pronto me encontraban sola en el cuarto charlando con ella como si fuera una niña de verdad, como si realmente me contestara a lo que yo preguntara, igual ellas me tomaban de loca, de tener una gran imaginación, de ser una niñita boba hasta que yo les hablaba lo que mi amiguita me contaba.


Cosas que no eran normales para una niñita de mi edad, una vez les expliqué cómo se hacen y nacen los niños ya que mi mamá en ese entonces estaba embarazada de nuevo, a veces les contaba de lugares donde nunca habia estado, de historias, cuentos igual aderezados por mi imaginación pero lo malo fue cuando mi amiga Susana comenzó a contarme cuentos que no eran nada agradables, cosas que tenían que ver con la muerte y entonces llegaron las pesadillas.


No le contaba nada a mis padres, mis hermanas creo que no me creían asi que preferí guardarme las cosas para mí misma, las confidencias maliciosas que me hacía Susana que me hacían soñar de noche con sucesos a los que temía, revelaciones que no entendía, una noche me despertaron los ruidos en la sala, una de mis tías llegó avisando que mi tio menor, hermano de mi papá se habia matado.

Los días pasaron y las pesadillas cesaron y mis conversaciones con Susana se hicieron más tranquilas pero cuando las confesiones regresaron yo hablé con mi mamá, con mis hermanas y ellas me dijeron que tenía que tirar el prendedor y no hacer caso de sueños locos pero yo no quería hacerlo pues era deshacerme de mi amiga sin embargo al parecer no era yo quien decidía, lo que si recuerdo vagamente es que Susana "se molestó" por haberle contado a mi mamá (Que es la persona más esceptica del mundo) y un día perdí el prendedor y pasé semanas buscandola sin éxito, no volví a ver ni escuchar a Susana.

Luego con el tiempo me olvidé de eso, si me dá por recordar esa época lo miro solo como una cosa de niños pero cuando a mis sobrinos se les ocurre hablar a solas no dejo de ponerles mucha atención, por si las dudas.

1 comentario:

La otra parte de mí dijo...

guauuuuuuuu primera vez que escucho de alguien "real"lo de los amigos imaginarios...sólo lo había visto en las películas y leído en algun apunte de psi..los enmarañados recovecos de nuestra mente..cada día estoy más fascinada..