jueves, 10 de abril de 2008

Alguien de mi pasado

Esta semana he tenido muchos asuntos que resolver y apenas ahora antes de venir a trabajar aproveché para pasar al Banco a hacer algunos movimientos que tenia pendientes de días atrás.


No habia mucha gente en la fila, un par de personas nadamás y yo me distraia leyendo cualquier cosa que tuviera letras en la sucursal pero no me pasó desapercibido uno de los cajeros que detrás del cristal me miraba con curiosidad e insistencia, yo por instinto me recorrí el cuerpo para ver si no tendría algo fuera de su sitio y me pasé las manos rapidamente por el cabello y la cara, mientras iban pasando los clientes delante de mí hasta que me tocó mi turno, rápidamente el cajero curioso me hizo una seña para que pasara.


"Ahora qué" pensé yo, pero pasé como si nada dándole los buenos dias y los papeles al mismo tiempo mientras fingía buscar algo en mi bolsa, sus ojos iban de mi cara a los papeles como intentando hacer memoria, hasta que por fin me dijo mi nombre, pero el segundo, el que nunca uso lo siento tan ajeno a mi que tengo que hacer memoria para saber que me estan llamando.

Solo me decía así una de mis maestras de Primaria porque le parecía "más bonito que el otro nombre", por consiguiente todos mis compañeros de ese grado me llamaron así durante todo el año mas cuando me cambiaron de clase ese nombre quedo en desuso, nadie mas me volvio a decir así. Entonces ubiqué al cajero como mi ex-compañero pero no recordaba su nombre y vagamente su cara me resultó familiar.

"¿Y bueno que tal te ha ido?" Me dijo él sonriente como si nos tratáramos de siempre, yo todavía sorprendida por su buena memoria y la habilidad de reconocerme tras tantos años de evidentes cambios en mi cuerpo solo atiné a decirle: "Pues bien, ya sabes esta vida..."

"No te había visto por el rumbo así que supongo que solo vienes de casualidad" Me dijo mientras trabajaba en mis papeles con la habilidad de alguien que ya conoce su trabajo.

"Si, solo llegué de pasada antes de llegar a trabajar" En realidad no tenía ganas de comenzar una conversación sobre todo con alguien que la verdad me parecía tan desconocido y me molestaba el hecho de no recordar ni una letra de su nombre.

"Un día de estos deberíamos de ponernos al corriente con nuestras vidas, no crees? Frente a una taza de café".

"Sí, claro, aunque sería una larga conversación" Le respondí un poco incómoda, su nombre comenzaba con G, pensaba, creo que él se sentaba al final del salón.

"Bueno, apúntame tu teléfono y yo te llamo por estos días" Me dijo dándome un comprobante de banco sin imprimir.

Le apunté mi número más comprometida que otra cosa y mientras él tomaba de regreso el papel me dijo mirándome con esos ojos curiosos:

"Si, ya se que te cuesta dar conmigo, me llamo Gerardo por si no lo recordabas, yo te he reconocido enseguida no has cambiado nada, te recuerdo con esa cara de buena gente como siempre."

"Vamos que si te recordaba, es solo la desmañanada, bueno nos vemos entonces." Dije sonrojada mientras me despedía dándome la vuelta pensando ¿Yo cara de buena gente? Vaya cumplido.

No hay comentarios: